Un equipo de la Escuela Politécnica Federal -ETH- de Zúrich y del Instituto Helmholtz Erlangen-Nuremberg para Energías Renovables -HI ERN- de Alemania ha desarrollado una técnica que permite producir robots de tamaño micro y nano capaces de ‘nadar’ a contracorriente en el cuerpo humano .

Es decir: estos minúsculos dispositivos pueden ir en sentido ascendente, lo que significa que pueden moverse de forma autónoma en la dirección opuesta a aquella en la que fluye un fluido -como podría ser, por ejemplo, la sangre-.

Para este hallazgo los investigadores se han inspirado en “muchos micro nadadores naturales” , como las bacterias , los espermatozoides o el plancton, explican, los cuales utilizan “las condiciones de límite de no deslizamiento de la pared para exhibir propulsión corriente arriba”.

Esencialmente, los robots de la ETH y el HI ERN son inalámbricos y responden a campos magnéticos y acústicos activados externamente.

Tanto los campos acústicos como magnéticos son “ seguros para los humanos, no invasivos , pueden penetrar profundamente en el cuerpo y están desarrollados en entornos clínicos”, asegura el artículo, publicado en la revista científica internacional ‘Nature’ . “La combinación de ambos campos puede superar las limitaciones encontradas por los métodos de actuación única”, añade la publicación.

“La capacidad de propulsarse contra los flujos, es decir, de realizar una reotaxis positiva, puede brindar oportunidades interesantes para aplicaciones en terapias dirigidas y cirugía no invasiva ”, afirman los investigadores.

Los robots de tamaño micro podrían permitir que los médicos accediesen a regiones particularmente difíciles de alcanzar dentro del cuerpo humano sin la necesidad de procedimientos altamente invasivos. Entre otras cosas, dice el equipo detrás de la investigación, podrían usarse para transportar medicamentos, genes u otras sustancias a sitios específicos dentro del cuerpo , abriendo nuevas posibilidades para tratar diferentes afecciones médicas.

“La capacidad ascendente proporciona una estrategia de diseño para administrar pequeñas moléculas de fármaco en sitios de difícil acceso y representa un paso fundamental hacia la realización de la navegación de micro y nanosistemas contra el flujo sanguíneo”, destacan.

Hasta ahora, afirma el equipo, “ no existen tecnologías biocompatibles para desplazar micropartículas corriente arriba cuando se encuentran en un flujo de fluido de fondo”.

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