La gama Ergo de LG está diseñada con la ergonomía y la personalización en mente, permitiéndonos colocar la pantalla como nos resulte más cómodo.

Esta es una gran diferencia respecto a la inmensa mayoría de los monitores, que normalmente tienen una peana que sólo se puede poner de una manera concreta. La única opción de personalización está en la altura, e incluso en muchos casos no tenemos mucho rango.

Para algunos usuarios, eso es más que suficiente; pero para muchos otros, eso requiere mantener posturas incómodas durante largos periodos de tiempo. Así nace la gama Ergo de LG, con peanas de diseño innovador que ofrecen una libertad muy superior.

La peana más avanzada del mercado

La gran innovación de los LG UltraFine Ergo está en la peana. En vez de tener una base grande que se coloca sobre la mesa para ofrecer soporte para el monitor, LG ha diseñado una que se agarra al borde de la mesa usando una abrazadera. La gran ventaja de este diseño está en el mínimo espacio usado, ya que la peana no tiene una 'base' como tal, la propia mesa cumple la función de base.

Podrías pensar que el gran inconveniente de este sistema es su estabilidad, al contar con sólo un punto de apoyo en vez de repartir el peso como con una peana tradicional; pero nada más lejos de la realidad. El 32UN88A es un monitor grande, de 32 pulgadas, y en ningún momento he sentido vibraciones cuando estaba tecleando furiosamente en mis artículos; en contraste, he probado muchos monitores con peana tradicional que se han movido más de lo que me hubiera gustado. Tampoco he sentido que el monitor esté en peligro; una vez que aprietas la abrazadera todo lo que dé de si, la peana está firmemente asegurada.

De la abrazadera sale la peana en sí, un cilindro negro que oculta más de lo que parece. Para empezar, nos sirve para gestionar los cables, que podemos meter a través de una tapa lateral. Segundo, de la peana sale un brazo mecánico, que es el que tiene el punto de montaje al que uniremos el monitor.

Este brazo es el más completo y el que ofrece más posibilidades del mercado; es el as en la manga de LG, y este monitor lo aprovecha completamente. Gracias a este diseño, podemos poner el panel exactamente como queramos, y no exagero. Es posible extenderlo hasta 180 cm, variar la altura hasta 130 centímetros, e inclinarlo hasta 25 grados.

Sólo esos tres movimientos ya lo pondrían en lo más alto del sector, pero además, tenemos la opción de girar el brazo en 280 grados; en efecto, eso significa que podemos 'dar la vuelta' al monitor para que apunte hacia atrás, permitiendo que otras personas vean la pantalla sin necesidad de moverse a nuestra posición. Por último, el monitor se puede pivotar en un ángulo de 90 grados, es decir, en vertical; esto es especialmente útil para muchos programas, páginas web y aplicaciones.

La gran ventaja de este brazo mecánico es que se adapta a nuestra postura, sin importar cómo nos sentemos, o cómo prefiramos usar el ordenador; y es muy fácil cambiar la posición del panel, pero cuando lo dejamos en una posición, ahí se quedará, de manera estable.

La cantidad de posibilidades es tal, que es casi imposible encontrar una posición que no podamos usar. Sólo he encontrado una situación en la que el UltraFine Ergo me ha dejado 'tirado': no es posible bajar tanto el monitor que se quede a ras de la mesa. Hay muchas situaciones en las que eso sería útil, especialmente con un panel grande como este; la altura mínima que podemos conseguir es 9,5 cm. Por otra parte, comprendo que no sea posible, ya que el monitor no es táctil y no serviría como atril de dibujo, por ejemplo.

La instalación del UltraFine Ergo es sumamente sencilla, y una vez que hemos puesto la abrazadera sólo queda colocar el panel, algo que se hace con un click y sin necesidad de herramientas en ninguna parte del proceso.

Un gran monitor profesional

Con una peana tan llamativa, es fácil olvidarnos que la pieza principal de este monitor es el panel; aunque en este caso, nos encontramos con menos sorpresas, en el buen sentido. El 32UN88A es un monitor profesional de LG, y sólo esas palabras ya deberían ser suficientes para dejar clara su calidad.

Como no podía ser de otra manera en la marca, usa tecnología IPS para unos ángulos de visión perfectos, ideal para usarlo con una peana que podemos poner en el ángulo que queramos. La resolución es 4K, que casa muy bien con el tamaño de 32 pulgadas para obtener una imagen muy nítida para cualquier tipo de contenido, desde documentos (cualquier tipografía se ve muy bien) como fotografías y vídeos.

El tratamiento de color es excepcional, especialmente porque LG ofrece una gran variedad de opciones al usuario; además de venir calibrado de fábrica, podemos realizar nuestra propia calibración de color con el software True Color Pro y el modo específico en la configuración del monitor. Estamos ante un panel que representa esos colores con fidelidad, incluso si lo dejamos en el modo por defecto; aunque personalmente, creo que en ese modo los rojos destacan demasiado, al menos en mi unidad.

LG afirma que este panel cubre un 95% de la gama de color DCI-P3, pero lo mejor es que ese no es el modo por defecto; el gran problema de cubrir más color es que no siempre queremos tener acceso a esa gama superior. Por eso, en los menús del monitor (accesibles a través de un fácil control en el centro) podemos encontrar dos modos adicionales; sRGB limita los colores a esa gama, algo muy útil si estamos trabajando con material gráfico, mientras que DCI-P3 muestra todos los colores posibles. Esto último suena bien, pero para muchos usuarios en este modo los colores pueden tener demasiada fuerza e incluso ser molestos a la vista; es importante aprovechar las posibilidades del menú de configuración a nuestro gusto.

Gracias a la compatibilidad con HDR10, este monitor también sirve para ver películas en alta calidad; aunque su rendimiento deje algo que desear por el bajo brillo de 350 cd/m2, no tendrás problemas en usarlo para contenido multimedia. Lo mismo no puedo decir de los videojuegos; el tiempo de respuesta es algo elevado (aunque no el peor que me he encontrado), y sólo alcanza los 60 Hz. Los juegos se verán bien, pero no es recomendable si necesitas un monitor gaming que también sirva para trabajar.

Otro aspecto 'profesional' en el que destaca este monitor es en la variedad de conexiones. Además de las típicas HDMI y DisplayPort, destaca la presencia de un puerto USB-C que nos permite conectar un ordenador portátil para ver su imagen al mismo tiempo que lo recargamos, con hasta 60 W de potencia. Así que sólo necesitamos un cable para usar nuestro portátil con este monitor.

Se adapta a ti

El LG UltraFine Ergo 32UN88A es un gran monitor, en todos los sentidos. Como podíamos esperar de LG, la calidad de imagen es muy buena y el tratamiento de los colores es excelente; pero donde realmente destaca es en las posibilidades de personalización, que van más allá de unos menús muy completos donde podemos configurar la imagen para nuestros gustos o necesidades.

Esta peana minimalista es una gran ayuda para los que nunca tenemos suficiente espacio en la mesa, y el brazo que la conecta con el monitor es una gran pieza de ingeniería que nos permitirá poner el panel como queramos. Por todo esto, recomendaría este monitor a profesionales o entusiastas que pasen mucho tiempo delante de la pantalla; creadores de contenido, diseñadores o editores también podrán aprovechar plenamente las capacidades del panel.

El LG UltraFine Ergo 32UN88A está disponible por 679 euros en la página de LG , pero con motivo del Black Friday es posible encontrarlo en tiendas como Amazon por sólo 579 euros.

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