El Honor 50 representa la nueva vida de una marca que se hizo independiente hace poco, pero cuyos productos aún conservan el 'toque' de Huawei.

Honor empezó como la marca de bajo coste de Huawei, pero el bloqueo comercial de los EEUU obligó al gigante chino a deshacerse de ella; la nueva Honor es una marca independiente que, como presumió no hace mucho, cuenta con sus propios equipos de I+D y diseño. Hace pocas semanas, reabrió su tienda online en España, donde ofrece los mismos productos de siempre, junto con novedades como este Honor 50.

Pero la manzana no cae lejos del árbol, y a nadie le sorprenderá saber que este Honor 50, con un precio de partida de 529 euros , aún conserva muchos elementos de Huawei; de hecho, estamos básicamente ante un Huawei Nova 9 con algunas modificaciones y, más importante para el usuario medio, acceso a los servicios de Google.

La misma calidad de siempre

Es por todo eso que el Honor 50 exuda una familiaridad muy agradable . Es como si estos tres últimos años no hubiesen ocurrido, como si Honor nunca se hubiera separado de Huawei, y como si aún pudiésemos disfrutar de algunos de los mejores smartphones del mercado sin limitaciones.

Sólo con el diseño, nos damos cuenta de cómo habíamos echado de menos a esta marca. Me da igual cómo nació este móvil: lo que importa es que es uno de los más elegantes y bonitos en su rango de precios. Aquí es donde solemos encontrar móviles que no llegan a esa "gama alta", pero el Honor 50 presume del mismo diseño y materiales de calidad, incluyendo una trasera de cristal (o al menos, parece cristal en la mano); aún así, el chasis sigue siendo de plástico.

Los colores escogidos también se alejan de lo habitual, con un efecto brillante que llama mucho la atención; la unidad que he podido probar es la verde ("Emerald Green"), pero también está disponible en "Frost Crystal", "Midnight Black", y el más extravagante de todos, HONOR Code.

En la mano, es un móvil que denota calidad, especialmente por su reducido peso de apenas 175 gramos; es grande con sus 6,57 pulgadas, como marcan las tendencias, pero en ningún momento me ha resultado molesto.

El elemento que más ayuda a crear este diseño lujoso es la pantalla, que tiene una curvatura de 75 grados en los bordes , la misma que el cristal trasero; de esta manera, parece como si el dispositivo se plegase sobre si mismo, un efecto que nunca deja de impresionar y que no es precisamente barato. Se ha escrito mucho sobre estas pantallas curvas, y es cierto que no soy su mayor 'fan'; mantiene los mismos inconvenientes de siempre, como distorsión en los bordes de la imagen y elementos de la interfaz que son más difíciles de tocar. Pero mentiría si dijera que no me ha sorprendido; es un estilo que llama la atención en cualquier ángulo en el que lo miramos.

Ayuda mucho que esta sea una gran pantalla. De tecnología OLED, es relativamente brillante y representa bien los colores, al ser una pantalla de 10 bits; y por supuesto, es rápida, con una frecuencia de refresco de 120 Hz que hace que todo se mueva tan fluido como es posible, gracias también a la frecuencia de muestreo de 300 Hz. El contraste es, sin duda alguna, el aspecto menos notable de esta pantalla, y creo que por eso Honor no presume de compatibilidad con ningún estándar HDR; en mis pruebas, la app de YouTube fue capaz de reproducir contenido HDR, pero el efecto está lejos de lo mejor que hemos visto.

El sonido tampoco sorprende mucho, teniendo en cuenta que tenemos sólo un altavoz, algo que considero imperdonable en este rango de precios. Mejor conectar unos auriculares si vas a ver una película o vídeos de YouTube.

Sigue siendo un Honor, es decir, un Huawei

La sensación de familiaridad se extiende al uso del dispositivo. Oficialmente, el Honor 50 usa MágicOS, la capa de personalización de Honor sobre Android 11. En la práctica, estamos ante el mismo EMUI que usaban los móviles Huawei, hasta el punto de que algunos elementos de la interfaz son idénticos. No dudo que con el tiempo se irá diferenciando de la que fuera su casa madre, pero por el momento, la experiencia es puramente Huawei.

Eso es bueno o malo, dependiendo de tus gustos. Esta sigue siendo una de las capas que más cambia la experiencia de Android, una de las primeras que abrazó el uso de gestos para la navegación, al más puro estilo iPhone. Lo bueno es que sigue siendo una de las más completas, y discutiblemente, una de las más bonitas (de nuevo, dependerá de tus gustos). También incluye varias aplicaciones preinstaladas, pero no tantas como te podrías imaginar, ya que se han eliminado algunas basadas en servicios de Huawei como Salud. Sí que se incluye un "Optimizador" y acceso a la tienda y el club de Honor.

Por lo demás, es una buena experiencia, especialmente porque las apps de Google vienen preinstaladas por defecto; aquí es donde encontramos uno de los principales motivos detrás de la independencia de Honor. En cuanto configuramos el móvil, podemos usar las apps de siempre, incluyendo acceso a la Play Store para instalar las apps que queramos.

Buenas cámaras y buen rendimiento

Una de las dos diferencias técnicas del Honor 50 respecto al Huawei Nova 9 en el que claramente está basado está en la cámara. El sensor principal ahora es de 108 MP, una cifra sorprendente pero que en el pasado hemos visto que poco importa si no se usa bien.

La buena noticia es que Honor aprovecha el sensor, con un buen rendimiento en todo tipo de situaciones. Me ha gustado especialmente el rendimiento en baja iluminación, ya que este sensor ha sido capaz de capturar detalles en momentos de penumbra que normalmente pasan desapercibidos en otras cámaras. Creo que los algoritmos tienen más culpa de esto que el propio sensor, pero es de agradecer.

Por otra parte, el sensor principal no ha conseguido sorprenderme. Por defecto las fotos se hacen a 12 MP, un modo que ofrece una buena nitidez y contraste ; es posible ver detalles como las vetas de un árbol a cierta distancia; pero el tratamiento de los colores es algo básico, y tal vez le vendría bien algo más de saturación. El modo de 108 MP, en cambio, destroza todo eso y es demasiado borroso y con demasiado ruido como para resultar útil. Lo mismo puedo decir de la lente gran angular; con un sensor de sólo 8 MP, las fotos no tienen detalles y el efecto es mejorable. Por último, tenemos una cámara macro de 2 MP directamente inútil.

Donde el Honor 50 puede presumir más es en el software de la cámara. No sólo es fácil de usar, sino que ofrece acceso a una multitud de modos , como el modo Apertura que crea un desenfoque, un modo noche muy bueno, y un modo multigrabación, que permite usar la cámara selfie y la trasera al mismo tiempo para grabar nuestras reacciones a lo que grabamos. Hablando de la lente selfie, tiene un sensor de alta resolución, de 32 MP, y eso se nota en fotos muy buenas y con acceso a efecto bokeh y multitud de filtros.

La segunda diferencia técnica la tenemos en el SoC, un Snapdragon 778G de Qualcomm; más concretamente, en la compatibilidad con redes 5G que, por el momento, no pueden usar los móviles Huawei. En cuanto al procesador en sí, es suficientemente capaz para enfrentarse a cualquier tarea, y el rendimiento en juegos es bueno; no es el puntero, el Snapdragon 888, pero al menos no se queda muy lejos.

La batería de 4300 mAh es apropiada, y lo mejor es que viene con carga rápida de 66 W , con el cargador incluido en la propia caja. Es capaz de cargar el dispositivo completamente en sólo una hora, y en uso normal, en media hora tendrás suficiente batería para echar el día. Sin embargo, seguimos sin tener recarga inalámbrica.

El mismo amigo de siempre

Usar el Honor 50 es como reencontrarse con un viejo amigo. Empezáis a hablar y, aunque tiene algunas sorpresas, te das cuenta de que sigue siendo el mismo de siempre. La calidad de este móvil es incuestionable , tanto en el diseño y los materiales usados como en la experiencia en general.

Sin embargo, algunas cosas han cambiado desde la última vez que os visteis. El mercado, especialmente en este rango de precios, es más competitivo que nunca; y por alguna razón, ahora este viejo amigo te está pidiendo bastante dinero. El Honor 50 sería mucho más atractivo si costase 50 euros menos; por 529 euros, empieza a codearse con rivales que le superan o le igualan en varios aspectos, como el Xiaomi 11T que cuesta 499 euros. En algunas cosas, como los altavoces, el Honor 50 es el peor; pero en otras, como el genial diseño, es el mejor. Con todo, el Honor 50 es un amigo con el que merece la pena volver a juntarse.

Post a Comment